El Festival de Videoarte ParaVerteMejor realiza su versión número 18 en la ciudad de Popayán, durante los días 12, 13 y 14 de noviembre de 2025, en la Sala Contemporánea de la Facultad de Artes de la Universidad del Cauca
Como escribió Gorky en 1896, al presenciar por primera vez las sombras animadas de los Hermanos Lumière: “Allí no existe ni el sonido ni el color… todo tiene un color gris uniforme… una vida desprovista de palabra y del ornamento del color, una vida gris, silenciosa, abatida, como desposeída de todo”.
Esta versión de ParaVerteMejor, en diálogo con ese asombro primigenio, explora los límites entre la presencia y el espectro de lo humano, entre la imagen y la sombra. En este trayecto, se activan preguntas sobre lo real, lo visible y lo invisible, lo ritual, lo íntimo y lo colectivo. Bajo el título “ParaNormal”, proponemos una investigación sobre aquello que escapa a la lógica de lo visible, lo racional y lo normativo. La intención es situarnos en los bordes de la percepción, donde lo extraño, lo invisible, lo sensorial, lo espiritual o lo simbólico emergen como formas de conocimiento y experiencia. “ParaNormal” no alude solamente a lo “sobrenatural” en sentido esotérico, sino a lo extranormal; a las visiones que alteran las narrativas dominantes: lo marginal, lo silenciado, lo reprimido.
Desde esta perspectiva, el videoarte se presenta como un lenguaje fragmentado, inmersivo y temporal, capaz de capturar aquello que no se deja ver con facilidad: energías, presencias, ausencias, memorias, sueños, visiones y sensaciones. Surge así la interrogante: ¿Qué revela lo tecnológico sobre lo oculto?
Lo ParaNormal no remite directamente a lo sobrenatural, sino a aquello que vibra más allá de la norma perceptiva. Las obras, en lugar de buscar representar, intentan evocar. Cada una se convierte en un ritual donde el espectador participa de una comunión espectral. Lo que se muestra oscila entre lo vivo y lo muerto, entre lo físico y lo inasible. La pantalla es entonces una piel, una membrana luminosa que separa y conecta a la vez: una superficie de duelo y de deseo, donde la imagen se disuelve lentamente en su propia tiniebla.
En este umbral, donde la oscuridad se convierte en posibilidad, las imágenes no son simples apariciones: son fuerzas que emergen del fondo del tiempo, fragmentos de una memoria que busca salir del reino de las sombras.
Ausín Sáinz
”Finito-Finite”
2024
Animación que explora la fragilidad de la carne y la preocupación por la mortalidad. Recurre a exvotos de cera como ofrendas curativas y a la figura de la serpiente (símbolo de veneno y medicina, muerte y renovación) para reflexionar sobre la naturaleza compleja y delicada del organismo humano.
Daniel Botero Arango
“Respira tus sueños y deja tu mente florecer”
2024
Este trabajo muestra la cabeza como una máquina productora de imágenes, soñando dormida y despierta. Una máquina que pareciera no fatigarse, en la que los pensamientos se convierten en una masa densa de humo y que construye su propia realidad.
Diego Vergara
“Marcos”
2025
Instalación interactiva centrada en la memoria y la pérdida. Un espejo refleja al espectador junto a la imagen animada y espectral del abuelo del artista, usando un bastón como punto de interacción. El espejo actúa como portal entre presente y pasado, vida y muerte, haciendo al espectador co-existir con el recuerdo “fantasma” y reflexionando sobre la conexión continua con los seres ausentes.
Jose Fernando Barba Baeza
“Metamorfosis”
2025
Obra que aborda la evolución y mutación constante del ser humano. Se centra en el proceso de metamorfosis personal, explorando la noche oscura del alma y los cambios físicos y conscientes que experimentamos.
Julieth Morales
“Mojigangas”
2019
La artista Misak subvierte la danza ritual andina denominada Mojiganga, tradicionalmente con el uso de máscaras o figuras relacionadas estrictamente al género masculino. Al encarnar esta figura y otras, la artista crea un desplazamiento entre mundos, atravesando fronteras entre lo inmaterial y lo físico, cuestiona la tradición y su lugar dentro de su comunidad.
Leonardo Gaviria
“Nocturna”
2020
Un vestido amarillo, vacío, flota revelando y ocultando una presencia femenina ausente. La luz tenue y el movimiento del viento evocan un recuerdo onírico fragmentado, inalcanzable. El vestido es un cuerpo simbólico que representa el deseo de retener la imagen soñada, la persistencia del inconsciente y el arquetipo femenino como misterio.
Leonel Castañeda Galeano
“Epílogo del cuerpo de adentro”
2016
Esta pieza da cuenta de diferentes lecturas sobre el cuerpo, partiendo del archivo como pieza que documenta sus procesos y estudios biológicos, así como de diferentes elementos (fajas) y collages que lo presentan como un territorio no susceptible al deterioro natural en el que se manifiesta su propia transformación, siendo visto como el lugar en el que el dolor, la vejez, la enfermedad y la muerte se hacen presentes.
Lina María Flórez Ardila
“Mundo de niñas. Dame”
2024
La artista interviene fotografías de su infancia para crear un alter ego infantil, explorando un camino de retorno a las vivencias de la niñez. Dame, se inspira en relatos orales de su madre, donde el recuerdo y la imaginación se entrelazan para revelar un fantasma, símbolo de la memoria familiar.
LoMaasBello
“Brujerías”
2022
Una inmersión ritual y transformadora en las aguas sagradas de las orishas Oshun y Yemayá, buscando la limpieza espiritual y la transmutación de la conciencia. Este videoclip utiliza el canto y los “riegos santos” para lavar el daño, alejar lo negativo (amarres, ojos malos) y encontrar respuestas
Luisa Fernanda Ochoa
“Amnios”
2024
Esta pieza es un espacio donde se conjugan vida y pérdida, apego y autonomía, cuerpo y maquinaria, presente y legado. Es una forma de volver al origen sin nostalgia, de habitar la herida sin clausurarla, de sostener lo vivido en un tejido que no cesa de rehacerse.
María Isabel Rueda
“Al final del mundo”
2021
Esta pieza hace parte de la obra Al final del mundo: especulaciones sobre posibilidades de vida entre las ruinas de un mundo que pareciera muerto. “En la tierra sobrevolaban una legión de inmortales mujeres vampiro, inmunes al sol y amantes de la oscuridad, luminosas e invisibles, viajeras de los espejos, que aprendieron a atravesar el espacio-tiempo proyectando las sombras de nuevos mundos nunca antes vistos”.
Miller Muñoz
“Atracciones mecánicas”
2025
Este trabajo representa un ciclo de hipocresía y olvido. Un carrusel que gira sin cesar, como el tiempo estancado de una memoria negada. La obra revela cómo la tradición, convertida en espectáculo, ha transformado la violencia en devoción, y cómo el mito religioso ha sido instrumentalizado para justificar siglos de sometimiento y adoctrinamiento.
Nicole Dayana Sánchez
“My Sweet Mairin”
2025
My Sweet Mairin alude a un videojuego clásico en el que hay que descubrir los misterios detrás de la señorita Mairin. Una presencia misteriosa e inquietante se apodera del videojuego mientras pide ser escuchada
Paula Alegría Daza
“Estados Liminales”
2025
Retrato psicológico que sigue a una mujer en un viaje introspectivo nocturno, donde recuerdos, conversaciones internas y alucinaciones se fusionan. A medida que la noche avanza, su identidad se desintegra y se transforma, revelando una dimensión oscura y desconocida. Con una estética brusca, examina la identidad, el dolor de crecer y la otredad.
Ser del Cosmos
“Afrofutura”
2024
Pieza que invoca a Eleggua (Maferefun Eleggua), orisha Yorùbá que representa el equilibrio dinámico de la existencia: luz y sombra, principios y finales. La obra lo sitúa como mensajero divino que activa lo indecible. El altar y el cuerpo se vuelven canales místicos, buscando el origen y la revelación del misterio.
Valentin Sismann
“Autorretrato”
2024
Exploración de la obsesión humana por el doble y la incapacidad de la representación para capturar el cuerpo. El artista aplasta su propia carne contra un escáner en un cuarto oscuro, reduciendo el cuerpo a un plano material. Es una “autoficción anatómica” que evalúa la fragilidad de la carne y la sensación de vivir en un cuerpo ajeno y complejo.
